El economista local Carlos Seggiaro aseguró que hay una tendencia hacia un sistema bimonetario en Argentina y alertó por los problemas que podría generar en el sistema productivo: "Era necesario. El Banco Central va avanzando periódicamente normativa, le van apuntando a un sistema bimonetario. Eso es volver al funcionamiento del sistema monetario en la Argentina de la década del 90, donde existía efectivamente un sistema bimonetario".
En diálogo con Lo que Pasa, por Radio Villa María, el economista explicó las implicancias de este esquema: "Eso significa que dólares y pesos van a circular de igual manera en el sistema, que los contratos se pueden hacer en el mercado monetario infinitamente, como ocurría en la década del 90. Las decisiones del gobierno argentino de los últimos días también de avanzar, podemos tener un nuevo blanqueo, por así decirlo, que la gente pueda sacar más dólares de abajo del colchón para volcarlos a la circulación".
Seggiaro añadió que las recientes medidas del gobierno apuntan a "una economía donde circule una gran cantidad de dólares en sincronía también con los pesos y que se puedan usar indistintamente en el sistema". Según su análisis, el Banco Central avanza semanalmente con normativas que buscan replicar el esquema de los 90, aunque sin una ley de convertibilidad. Estima que esta consolidación podría darse en el segundo semestre del año.
Seggiaro advirtió sobre la pérdida de competitividad argentina en dólares, a pesar de que el gobierno lo niegue. "Y esto está generando problemas crecientemente, crecientemente en distintos sectores productivos". Si bien no prevé un estrangulamiento externo gracias al potencial de sectores como la minería y la energía, le preocupa el impacto en otros sectores productivos. Recordó una frase de Caputo sobre la necesidad de "acostumbrarse a vivir en un país caro en dólares", alertando sobre posibles problemas de competitividad industrial y en cadenas de valor.
En cuanto al bolsillo de los argentinos, Seggiaro no vislumbra mejoras a corto plazo. Calificó como "muy leve" la posible recuperación del poder adquisitivo perdido en los últimos dos años.