En las vulnerables barriadas cordobesas de Maldonado y Muller, el cura párroco lleva una tarea social encomiable. "Noto una sensación de tristeza en la gente que habita el barrio".
Mariano Oberlin I
Mariano Oberlin II
Después de la difusión de las nuevas estadísticas de INDEC desde la producción de DE UNA nos comunicamos con el cura párroco cordobés Mariano Oberlin.
Oberlín, hijo de desaparecidos e integrante del Consejo Social Consultivo de la Universidad Nacional de Córdoba, quien desde 2010 trabaja en la parroquia “Crucifixión del Señor”, en barrio Müller de la ciudad de Córdoba, con un radio de influencia que se extiende también a barrio Maldonado y zonas aledañas.
El párroco -galardonado en 2017 por su trayectoria al servicio de la defensa de los derechos humanos e inclusión social- tiene, a la vez, a cargo la Fundación Moviendo Montañas -ocupada en rescatar a jóvenes de los consumos adictivos-, expresó que nota "mucha tristeza en el barrio".
El cura párroco de fuerte impronta social destacó lo desgarrador que resulta "que haya mucho problema de consumo y el narcotráfico es una opción para muchos".