Rusia empezó la producción masiva de pequeños refugios nucleares móviles después de que Estados Unidos permitiera a Ucrania el uso de sus misiles de largo alcance contra territorio ruso y de que el presidente Vladimir Putin respondiera ampliando los escenarios en los que se podría utilizar el arma nuclear rusa.
Los refugios nucleares móviles son responsabilidad del Instituto Panruso de Investigación para la Defensa Civil y las Emergencias y, según el medio ruso Meduza, “brindan protección a las personas contra una variedad de amenazas, incluidos desastres naturales e incidentes provocados por el hombre”.
Esos refugios móviles no protegen contra un impacto nuclear, sino contra sus consecuencias posteriores. Dan protección hasta 48 horas contra la radiación luminosa que genera una explosión nuclear y contra la contaminación radioactiva. Sí lo hacen contra explosivos y contra fragmentos de armas convencionales, contra incendios o contra productos químicos peligrosos.